Los pasados días 18 y 19 de noviembre tuvo lugar en Mallorca el Congreso Anual del GEMCA. Este año con un programa centrado en la etología y el bienestar en caballos.
Como en años anteriores, el sábado nos reunimos en el Centre Sanitari Municipal de Protecció Animal de Son Reus, donde tuvo lugar, de la mano de Tomàs Camps y Teresa Gamonal, la parte teórica del congreso.
Tomàs Camps fue el encargado de abrir la jornada del sábado con su presentación Aspectos importantes de la Etología Equina, enfocada en explicar, entre otros aspectos, la percepción sensorial equina y su lenguaje corporal. Y es que, para entender el comportamiento de un animal, primero hay que conocer sus características fisiológicas.
El caballo es un animal gregario, por lo que necesita vivir en un grupo social. Además, al ser herbívoro, es un animal “presa” y, por tanto, con gran predisposición para salir huyendo en caso de percibir cualquier amenaza, teniendo todos sus sentidos preparados para ello. Un ejemplo muy claro podemos verlo en el sentido de la vista. Al igual que otros herbívoros, los caballos tienen los ojos lateralizados, lo que amplía considerablemente su campo visual. Sin apenas girar el cuello, el caballo puede ver cualquier movimiento a su alrededor. Sin embargo, al ser ésta una visión monocular (con un solo ojo), su agudeza visual es muy baja, al contrario que los depredadores que necesitan fijar su mirada en el objetivo a abatir. Los caballos no necesitan ver con nitidez a su depredador, sólo necesita anticipar su llegada para poder ponerse a salvo. Esto explica la facilitad que tienen los caballos para asustarse de cualquier objeto que se mueva a su alrededor. Tener en cuenta tanto este detalle como otros del resto de sus sentidos es vital para entenderlos y saber comunicarnos con ellos. Por ejemplo, acercarnos a un caballo por detrás haciendo movimientos bruscos puede precipitar que se asuste y salga corriendo. Por el contrario, para interactuar con un caballo debemos acercarnos por un lateral, de forma relajada, y confirmar que nos está prestando atención y se encuentra tranquilo en nuestra presencia antes de acariciarlo.
La segunda ponente, Teresa Gamonal, con sus dos charlas, Manejo clásico del caballo: Maltrato aceptado tradicionalmente y Hacia dónde debe ir la equitación y el manejo equino, mostró la cara más oscura del mundo ecuestre y la triste realidad que viven miles de caballos en todo el mundo. Tradicionalmente la doma, la equitación y el propio manejo de los caballos se apoyan fundamentalmente en el uso de estímulos aversivos, es decir, en castigos. Muestra de ello es el uso de espuelas, fustas o diversos elementos de sujeción como la serreta o el acial (torcedor), los bocados, sin tener en consideración el dolor y el sufrimiento que estos animales padecen y la gran merma de bienestar que ello supone.
También Teresa Gamonal manifestó que tradicionalmente tampoco se tienen en cuenta las necesidades etológicas de los caballos. Un ejemplo claro está en el tradicional método de estabulación. En la gran mayoría de centros hípicos, los caballos permanecen prácticamente toda su vida recluidos en boxes individuales, sin apenas poder ver a sus vecinos de cuadra a través de la puerta, con una alimentación racionada en 2 tomas, en un comedero en alto. Lo que en principio se hace, según justifican, para salvaguardar su seguridad manteniéndolos protegidos del exterior para que no se lesionen. Esto realmente va en contra de la naturaleza y la salud de estos animales. Además de la ya comentada necesidad de vivir en grupo.
El aparato digestivo de los caballos está adaptado a un patrón de alimentación mediante pastoreo a lo largo de todo el día. La restricción en la frecuencia y cantidad de comida puede llevar a problemas digestivos, de ahí que los cólicos sea una de las urgencias veterinarias más frecuentes en caballos.
En el caso de otras especies, como el perro y el gato, se habla cada vez más de la importancia del enriquecimiento ambiental como estrategia fundamental para garantizar su bienestar, pero, por desgracia, el entorno de los caballos de deporte no está nada adaptado a sus necesidades etológicas básicas.
Sin embargo, como ya pasara en el entrenamiento de perros, en los últimos años se están observando cambios en el sector, con el nacimiento de lo que podemos llamar «equitación respetuosa» en donde se prioriza el bienestar animal. Aunque todavía falta mucho para que sea una práctica extendida, ya es posible encontrar centros hípicos con hospedaje en libertad sin cuadras o montar a caballo y practicar diferentes disciplinas deportivas sin la necesidad de utilizar embocaduras.
Gracias a las cabezadas libres de embocaduras, libramos a los caballos de la tortura de tener que responder a las órdenes del jinete para evitar el dolor que le supone en la boca los tirones de las riendas.
Y aunque todo esto suene a utópico o imposible («¿cómo vamos a poder montar a caballo, galopar e incluso saltar sin tener el control del caballo que nos dan los bocados?»), tras la exposición teórica del sábado, el domingo se llevó a cabo la parte práctica del congreso en la escuela de equitación Equusmind, donde el equipo del centro realizó una demostración práctica de cómo es posible montar a caballo sin el empleo de embocaduras. Además, nuevamente a manos de Tomàs Camps y Teresa Gamonal y Sara Colom, se realizaron las prácticas de Manejo respetuoso del caballo.
Sin duda, fue un gran fin de semana para todos los participantes del congreso. Durante el que se aprendió muchísimo. Sobre todo, el largo camino que nos queda recorrer a los profesionales de la medicina del comportamiento para hacer entender, basándose en la ciencia, que conocer las necesidades básicas de los animales y respetando y cuidando su bienestar, se puede llegar a las mismas metas, pero consiguiendo la aceptación y el placer de estos y no haciendo que las cumplan por evitar un dolor. Los caballos, son un ejemplo extremo en esto. Si ya estamos consiguiendo grandes avances con los perros y los gatos, sigamos luchando por el resto. En este caso particular, dedicado a los caballos, que son los que nos han llevado a este congreso y que tan afectados nos han dejado pensando que tradicionalmente han venido a este mundo para pasar dolor con nosotros, pero que eso se puede solucionar.